Es un gran privilegio y una gran responsabilidad para un cristiano predicar la Palabra de Dios. Tenemos la libertad de disponer de distintos medios de comunicación para difundirla. Por la gracia de Dios esta pagina tiene el propósito de exhortar y animar al cristiano a volver a la única fuente en materia de fe y conducta que es la Biblia, la Palabra de Dios.
Ante la abrumadora lluvia de doctrinas diversas y extrañas que inundan las congregaciones cristianas, los creyentes debemos entender que podemos medir dónde está la verdad. La vara de medir la encontramos en la Biblia. Ella nos dirá qué debemos creer y qué debemos rechazar. ¿Qué es lo que a Dios le agrada y qué es lo que a Dios le desagrada?. Ella nos ayudará rechazar aquella cosas que humanamente son agradables, humanamente son aceptables, y humanamente son reconocidas y a abrazar aquella cosas que para Dios si son agradables, aceptables y reconocidas.
Pero para que podamos tener esta actitud como creyentes en Cristo debemos leer la Palabra, estudiar la Palabra, meditar en la Palabra y en cuanto esté a nuestro alcance y capacidad memorizar la Palabra. Ella es el espejo para el alma, la luz para el camino, la espada para la guerra, el escudo contra el enemigo, la vara de corrección, el consuelo para los afligidos, el descanso para los cansados y muchas cosas mas que podemos afirmar de ella. Alguien dijo de ella: "léala para ser sabio, créala para ser salvo, vívala para ser santo".
Necesitamos volver a la Biblia sin condiciones.
El Señor Jesucristo y el Apóstol Pablo fueron claros al respecto:
"Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí." Juan 5:39
"Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra." 2° Timoteo 3.16-17