Podría
añadir a este titulo de esperanza otros más como: ¿Cómo ser salvo? O ¿Cómo
llegar a ser cristiano? etc. Al final se refiere todo esto a lo mismo. La Biblia que es Palabra de
Dios nos muestra el camino único y suficiente para la salvación.
Para Ud. que lee
estas líneas, tal vez sea una expresión muy sectaria o cerrada el hecho de
decir que solo hay un camino para ir al cielo. Ud. pensará que toda persona que
busque a Dios con sinceridad, no importando la forma, puede llegar de alguna
manera a su presencia. Pero, tal idea es errónea.
Primero quiero
mostrarle cueles NO SON los caminos para ir al cielo. Ud. NO necesita
pertenecer a una iglesia o religión o secta para ir al cielo. Tampoco necesita
hacer una serie de buenas obras o cumplir con ciertas ceremonias o ritos
religiosos para ir al cielo. Tal vez esto que está leyendo sea algo contrario a
su manera de pensar o contrario a lo que Ud. ha escuchado en algún otro lugar.
Pero la verdad de la Biblia
es esta: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la
verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Juan 14:6. Esta
declaración del Señor Jesucristo vino a sacudir todo el entorno religioso de su
tiempo. Jesús afirmó claramente ser el CAMINO para llegar a Dios. Jesús echó
abajo toda posible intención humana de buscar la salvación por medios propios,
por buenas acciones o por alguna religión. También Jesús declaró lo siguiente: “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y
entrará, y saldrá, y hallará pastos.” Juan 10:9 y en otro texto leemos parte del mensaje del apóstol
Pedro a los religiosos de su tiempo: “Este Jesús es
la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser
cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre
bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” Hechos
4:11-12.
Una
pregunta que también podría venir a nuestras mentes es: ¿Por qué o de qué
necesito ser salvado? Si hablamos de ser salvos, es evidente que existe un
peligro de por medio. Y este peligro la Biblia lo llama de varias maneras, por ejemplo,
el infierno o la condenación eterna o lago de fuego. ¿Qué dice la Biblia sobre esto? “Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer,
sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y
no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Y si tu mano derecha te es
ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de
tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.” Mateo 5:29-30
Es sorprendente la
declaración del Señor en este texto. Solo porque algún miembro de nuestro
cuerpo nos lleve a pecar seremos
merecedores del infierno. Ud. tal vez se asuste de esto y diga que muchas veces
ya ha pecado. Mire lo que dice también este texto: “Porque
no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo
sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya
ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más
las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.” Juan 3:17-19 y Apocalipsis 20:11-15 dice: “Y vi un gran
trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la
tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos,
grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro
libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los
muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el
mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los
muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la
muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de
fuego.”
Hay mas textos
bíblicos que hablan acerca de este tema no tan agradable para muchos, pero
déjeme mostrarle también este: “Por cuanto
todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” Romanos
3:23 Este texto nos hace entender claramente por qué razón estamos
condenados, y es por causa del pecado. El pecado es definido por el apóstol
Juan de la siguiente manera: “Todo aquel que
comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la
ley.” 1º Juan 3:4 Ud.
dirá entonces que todos estamos condenados y nadie podrá en esta condición ir
al cielo. Es correcta esa afirmación. No hay un ser humano lo suficientemente
bueno como para que se merezca el cielo. Existen muchas personas “buenas” en
este mudo, personas que no serian capaces de robar o matar, personas que llevan
una vida moralmente intachable y son reconocidos en su entorno, pero la
realidad también es que son pecadores. La Biblia afirma contundentemente: “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay
quien entienda. No hay quien busque a
Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo
bueno, no hay ni siquiera uno.” Romanos 3:10-12 también dice la Biblia : “Ciertamente no
hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.” Eclesiastés 7:20. Nuestros mismos
hechos anuncian diariamente que somos pecadores.
El pecado nos
separa de Dios. Por esta razón y por la imposibilidad del hombre de alcanzar
salvación por medios propios, Dios nos ha dado un recurso para no ser
condenados. Lea atentamente el siguiente pasaje bíblico: “Pero
sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para
que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; ya que
por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él;
porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado. Pero ahora, aparte de
la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los
profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los
que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están
destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su
gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como
propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a
causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la
mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y
el que justifica al que es de la fe de Jesús. ¿Dónde, pues, está la jactancia?
Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la
fe. Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la
ley.” Romanos 3:19-28
El apóstol Pablo es
claro al escribir, inspirado por el Espíritu Santo, que es imposible que el
hombre pueda salvarse por el cumplimiento de las obras de la ley de Dios. Y la
razón es simple, la ley de Dios nos da a conocer el pecado, nos revela el
pecado, despierta el pecado. Lea lo que Pablo dice en Romanos 7:7 “¿Qué diremos,
pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino
por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No
codiciarás.” Ud. tampoco sabrá si la mentira es pecado si no
hubiera un ley que diga es que es malo mentir. La ley no fue dada para que
nosotros la obedezcamos sino para mostrarnos cuan desobedientes somos. La Palabra de Dios es un
espejo donde vemos nuestra realidad espiritual.
Ante esta
realidad que el hombre se enfrenta existe una esperanza segura y eterna. Dios
ha manifestado su justicia en Jesucristo, un inocente muriendo por los
culpables. La justicia de Dios demanda castigo por el pecado. Si cada uno
tuviéramos que pagar por nuestros pecados, todos seriamos condenados. Cristo
fue nuestro sustituto, cargo sobre sí mismo nuestros pecados y los pago
derramando su sangre preciosa para que todo aquel que cree en él y su
sacrificio, pueda ser salvo. Ud. tiene una deuda grande con Dios que no puede
pagar, pero Jesucristo lo ha pagado. Pero no por eso ya es Ud. salvo. Necesita
CREER en Jesucristo y que su sacrificio fue suficiente para pagar por todos sus
pecados, por eso decía el texto leído “…la justicia de
Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él.” Pablo
usa una palabra que tal vez para Ud. sea extraña: “propiciación”. Esto
significa el sacrificio de un sustituto por el pecado. Cristo fue su sustituto.
Mi estimado amigo
esta es la manifestación clara de la
Gracia de Dios. Inmerecidamente Dios nos ofrece la salvación.
La Gracia es
un favor INMERECIDO que el hombre recibe de Dios, que es la salvación. La
salvación es un regalo de Dios, no es algo que recibimos por buena conducta o
cumplir con ciertos requisitos religiosos. Si hablamos de “requisitos” entonces
le podría decir cuales son según la
Biblia : 1- Reconozca y entienda que Ud. es pecador y por
causa del pecado está perdido. 2- Reconozca que Ud. no puede por sí mismo
salvarse, por más que Ud. crea que es “muy bueno”, Dios dice que Ud. es pecador
y está separado de él. 3- Reconozca que Dios ha provisto un único medio para la
salvación, y este medio es Jesucristo. 4- Arrepiéntase de sus pecados. 5-
Deposite toda su fe en Jesucristo para recibir esta salvación tan grande. No
tiene de qué enorgullecerse delante de Dios, solo necesita un corazón humillado
para ofrecerle a Dios para que el pueda limpiarlo y cambiarlo.
Estimado amigo, el
cristianismo no es una religión. No le estoy ofreciendo unirse a un grupo
religioso más en este mundo. Al contrario, le presento a Jesucristo quien le
dará la libertad de tanto del pecado como de una religión que engaña y
esclaviza al hombre en sus preceptos haciéndole creer que cumpliendo ciertas
reglas o normas y siendo parte de ella Ud. podrá alcanzar el cielo. Mire que más
dice la Biblia
acerca de del perdón de Dios y la salvación que le ofrece:
“Justificados,
pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en
la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.” Romanos 5:1-2,
“Mas
Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo
murió por nosotros.” Romanos 5:8,
“Porque
la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo
Jesús Señor nuestro.” Romanos 6:23,
“Porque
el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” Lucas
19:10, “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino
para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado;
pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del
unigénito Hijo de Dios.” Juan 3:16-18,
“El
que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no
verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.” Juan 3:36,
“Si
confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados,
y limpiarnos de toda maldad.” 1º Juan 1:9,
“Porque
la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres” Tito 2:11,
“Porque
nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados,
esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia,
aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros. Pero cuando se manifestó la
bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos
salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su
misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el
Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo
nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser
herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.” Tito 3:3-7,
“Porque
por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don
de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” Efesios 2:8-9
Estimado amigo, no
importa cuan pecador Ud. sea o cuan bueno Ud. se sienta, Ud. necesita a
Jesucristo. Acuda a él con fe, pídale perdón por sus pecados, agradézcale
porque pudo leer este mensaje del evangelio y recíbale como su único y
suficiente salvador personal. “A lo suyo vino,
y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que
creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los
cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de
varón, sino de Dios.” Juan
1:11-13 No desperdicie esta oportunidad, hoy es el día de salvación. La promesa del Señor es: “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y
cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha
pasado de muerte a vida.” Juan 5:24
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